Guía para Principiantes en Cold Plunge: Consejos y Recomendaciones

Cómo Tomar un Baño de Agua Fria 

Un baño de agua fria, con o sin hielo, depende de tres factores principales: tiempo, temperatura y razón. Repasaremos cada elemento en detalle y exploraremos qué debes y no debes hacer cuando se trata de tu experiencia con la terapia de agua fría.

¿Cuándo Debería Tomar un Baño de Agua Fria?

Antes de embarcarte en tu viaje de inmersiones en agua fría, debes determinar tu motivación o razón detrás de ello. Como dijimos antes, creemos que la terapia de agua fria no es para todos. ¡Siempre y cuando sepas por qué quieres hacerlo, estás listo! Para ayudarte a descubrirlo, aquí hay algunos de nuestros motivos favoritos para hacer terapia de agua fria.

• Recuperación: A pesar de su popularidad más reciente como rutina diaria de salud, los baños de hielo o la terpia de agua fria sigue siendo una de las mejores formas de ayudar a tu cuerpo a recuperarse después de movimientos intensos. Ya sea que estés corriendo largas distancias o levantando pesas pesadas, la terapia de agua fria puede ayudar a acelerar el proceso de recuperación después del entrenamiento.

  • DOs: Asegúrate de combinarlo con algunos ejercicios ligeros de recuperación activa, como yoga y estiramientos, para recuperarte más rápido.
  • DON’Ts: No debes asumir que un baño de hielo será la herramienta de recuperación perfecta. Si no parece ser la opción correcta, consulta con un médico o entrenador.

• Estado de Ánimo: Una rutina diaria de breve inmersiones en agua fria puede ayudarte más que solo físicamente. Cuando el cuerpo humano entra en contacto con agua fría, el cerebro libera una oleada de la hormona norepinefrina. La norepinefrina está asociada con el enfoque, la emoción y la energía en el cuerpo, por lo que puedes ver cómo una avalancha diaria de esto puede ayudarte a mejorar tu estado de ánimo.

  • DOs: Intenta sumergirte a la misma hora todos los días para ayudar a formar un hábito más fuerte.
  • DON’Ts: No recomendaríamos sumergirte antes de dormir. Un baño de hielo puede actuar casi como un café, así que planifica en consecuencia.

• Salud General: En combinación con las dos razones anteriores, una rutina de terapia de agua fria puede ser beneficiosa para tu salud a largo plazo. Cuando nos metemos al agua fria, tus vasos sanguíneos se contraerán, llevando la sangre más cerca de los órganos vitales de tu cuerpo. Una vez fuera de la bañera, los vasos se expandirán nuevamente, aumentando el flujo sanguíneo de vuelta al cuerpo. Este proceso ayuda a reducir la hinchazón y la descomposición del tejido y elimina las toxinas del cuerpo.

  • DOs: Consulta con un médico si tienes alguna preocupación médica que pueda verse afectada por el frío.
  • DON’Ts: No te calientes demasiado rápido. En lugar de ello, permite que tu cuerpo se caliente gradualmente en lugar de calentarse inmediatamente.

Terapia en Frío para Todos, Diseñada para Ti

¿Cuál es una Buena Temperatura para un Baño de Hielo?

Para el próximo tema en “Inmersión en Frío”, echemos un vistazo a la temperatura del agua. La temperatura variará según tu experiencia previa con los baños de hielo o duchas frias así que asegúrate de saber en qué nivel debes comenzar.

• Principiante: Incluso si crees que estás preparado, la temperatura de algunos baños de hielo puede quitarte el aliento la primera vez que te sientas. Para principiantes absolutos, recomendamos comenzar a 15 grados Centigrados y progresar lentamente a temperaturas más frías.

  • DOs: Asegúrate de usar un termómetro para obtener la temperatura correcta o utiliza una bañera controlada por temperatura, como la Artic Oasis.
  • DON’Ts: No permitas que la temperatura sea dolorosa de ninguna manera. Medir la temperatura y avanzar gradualmente hacia una temperatura cómoda solo te ayudará.

• Avanzado: Cuando te hayas acostumbrado más a la inmersión en agua fría y las temperaturas que conlleva, ¡puedes empezar a experimentar más con las temperaturas! Recuerda, más frío no necesariamente es mejor, así que juega con las temperaturas hasta que encuentres la perfecta para ti.

  • DOs: ¡Explora diferentes métodos de recuperación para combinar con tu terapia de agua fria! Por ejemplo, yoga y baños de hielo pueden ser una excelente combinación para el bienestar.
  • DON’Ts: Si cambias la temperatura drásticamente de un día para otro, es posible que te resulte difícil adaptarte. ¡Ve despacio al principio!